En l997 se realizó la primera edición de Tuwamari,
una recopilación de canciones y una fábula narrada. Todos
estos textos literarios son provenientes de las comunidades
de Chimborazo. La primera edición representó el trabajo concertado de diversas instituciones: el del etnomusicólogo
William Guncay, del Centro Canadiense de Estudios y
Cooperación Internacional, CECI; y del Proyecto de
Educación Bilingüe Intercultural, del Convenio entre el
Ministerio de Educación y la GTZ.
Quisiera hacer brevísimas reflexiones sobre dos
aspectos: los elementos temáticos de las canciones y su
estructura poética.
Se han recopilado canciones que recogen los arrullos
amorosos de la madre a su hijo (Wachari, Ashintinti, Kikilla).
Otra canción, Sara Kanchita, es un elogio al maíz, que en la
lengua y la cultura kichwas es otra madre, la Madre Maíz.
En Suchu Piki ocurre un gracioso contrapunto a un gallo rojo
y a un gallo blanco, es una invitación para que los muchachos oigan su canto y observen sus características.
La pobreza, la necesidad de la gente de migrar y
abandonar su tierra es otra temática en canciones como
Pillaman Rirka o Manchay. La migración en realidad es una
especie de trasfondo de otros segmentos de las canciones y
describen en tono nostálgico las imágenes de los padres que
añoran a sus hijos, pequeños, juguetones y lejanos. Las canciones hablan de la familia que se quiebra súbitamente por
la partida pero cuya imagen se rehace amorosamente a
través de los recuerdos de la colorida vestimenta de la
mujer, de los juegos de los niños, de las plantas y animales,
de la tierra que los dejó vivir y partir…
Una de las canciones recopiladas me pareció extraordinaria: Yunpitu, porque precisamente hace alusión a la etnicidad de los yumbos amazónicos, cuya sabiduría reside en
el conocimiento de la naturaleza de las enfermedades provocadas por flechazos que ocasionan dolencias del cuerpo,
pero que vienen de las enfermedades del alma. Al yumbo se
le invoca entonces para que cure esas enfermedades, bebiendo la sagrada bebida de la ayahuasca y extrayendo las
flechas invisibles.
Desde el punto de vista poético, los versos, construidos para cantar, logran la armonía con distintos recursos,
que no pueden ni siquiera ser presentados aquí de manera
sistemática. A manera de ejemplos: se usan estrofas de
cuatro versos, o estrofas de dos versos pareados. Cada
verso, casi siempre es de seis o siete silabas, aunque a veces
irrumpen versos de hasta nueve sílabas. La cadencia sonora se logra igualmente a través de la repetición de la misma
vocal final en dos versos seguidos, o de partículas idénticas
en dos versos seguidos, de la repetición una misma terminación en el primero, tercero y cuarto verso de una estrofa,
de manera que el segundo verso es una especie de ruptura
y de contrapunto.
Estas brevisimas acotaciones solo me sirven para
señalar la importancia de realizar estudios sistemáticos
sobre la poética kichwa, como una tarea urgente relacionada con la revaloración de la lengua a través del conocimiento y reflexión de la lengua misma como objeto de estudio.
Por fin las grabaciones nos permiten reconocer la polifonía y el contrapunto, y solo un trabajo etnomusicológico
serio ha permitido que este recurso musical tradicional no
haya sido manipulado. Quisiera añadir que estas características -la polifonía y el contrapunto- también ocurren en
la organización del discurso, a lo largo de una asamblea
comunitaria, de la discusión de un problema para la toma de
alguna decisión o simplemente de una conversación familiar.
Los no kichwas, que desconocemos estos recursos, con cierta ingenuidad creemos que es necesario que los kichwas
aprendan normas "parlamentarias". Lo interesante sería
que, en el marco de la interculturalidad, los no kichwas
aprendiéramos a reconocer la riqueza y variedad de lo que
nos rodea, entre otras cosas, precisamente los recursos discursivos de los kichwas; ya que ellos ya se adelantaron en
el conocimiento y manejo de los recursos discursivos del
castellano.
Por fin, es alentador que este tipo de publicaciones se
impulsen en el mismo sugerido tránsito del ejercicio de la
interculturalidad.
Ruth Moya
Quito, 10 de marzo del 2004.
Ruth Moya
Quito, 10 de marzo del 2004
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